Finalizando el mes de Noviembre de 2010, ya las lluvias habían hecho su estrago en la Gran Caracas, la Milicia recibió la orden presidencial de movilización para ayudar a los damnificados que habían perdido su casa y sus pertenencias. Así se dio inicio a la movilización de los hombres y mujeres que pertenecen al Batallón de Milicia Mata de la Miel, el cual desplego su personal en tres (3) grandes campamentos populares de la Parroquia Sucre, en Catia, cuya jurisdicción está bajo su responsabilidad. Se monto el Campamento Popular del Sector Federico Quiroz, en Gramoven, el Campamento Popular Macayapa, en los Frailes de Catia y el Campamento Popular Blandin, en la carretera vieja Caracas la Guaira, del cual haremos una reseña en el presente resumen.
Se trasladaron cincuenta (50) soldados al mando del PTTE Castro Alexis, todos pertenecientes a la Compañía Parroquia La Pastora, a cumplir la misión encomendada por el comando superior, ya en el sector de Blandin, se dio inicio a montar el campamento y las operaciones correspondientes, acto seguido se reunió la plana mayor a evaluar la situación de las zonas de riesgo, refugios, damnificados, patrullaje de zonas afectadas, coordinación de alimentos, agua potable, cuantificación de pérdidas materiales, control del tránsito, entre otras cosas.
En los primeros recorridos, se observaron muchos derrumbes y casas destruidas, grandes cantidades de familias en los refugios habilitados del sector, la vía pública a punto de deslizarse hacia los barrancos, por lo que nos encontramos una situación critica. Iniciadas las labores, se asigno responsabilidades a diferentes equipos de trabajo, con la finalidad de poder abarcar todas las áreas a cubrir por parte de los milicianos. Durante el día se hacía reconocimiento a las zonas de mayor complejidad, se realizaban reuniones con el comité de Habita, Vivienda y Riesgo, el cual está integrado por los representantes de los diferentes Consejos Comunales del Sector.
Sobre la marcha día y noche se realizaban las múltiples actividades para cumplir la misión, trabajo y aprendizaje iban de la mano, no todos estábamos preparados para lo que nos esperaba con esta misión asignada, nos entrenamos para la guerra, sin embargo con los conocimientos de primeros auxilios y emergencias, se logro resolver muchas situaciones, actuar al lado de los Bomberos, Policía Nacional y Protección Civil, ha dejado mucho aprendizaje entre los milicianos. Esto nos hace reflexionar sobre el entrenamiento que tenemos, debemos desarrollar otras áreas de estudio, trabajo y adiestramiento, para estar mucho más preparados a cumplir con estas tareas sociales en las cuales nos encontramos hoy.
En los refugios de la zona, también el trabajo es arduo, la preparación de los alimentos, el mantenimiento de las instalaciones, el entretenimientos de los niños, la distribución de ropa y otros productos de primera necesidad, requirió de organización tanto de los que manejaban los refugios como de las familias que se encontraban alojadas, por lo que constantemente se realizaban reuniones para corregir las fallas y seguir adelante.
De igual manera el traslado de los damnificados a otros refugios como Fuerte Tiuna, el Poliedro, se hizo presente por parte de los organismos competentes con apoyo de la Milicia Bolivariana.
Se hizo necesario en muchos casos montar alcabalas móviles y control de tránsito en la zona, por lo que la Milicia asumió con mucha responsabilidad esta tarea, con la finalidad de agilizar el tránsito en la zona.
Aun cuando tenemos mucho trabajo por hacer día y noche, también alcanza el tiempo para la recreación de las tropas, celebrar cumpleaños, hacer declamaciones, el 24 de Diciembre se hizo un almuerzo navideño para todos los soldados.
Una de las últimas tareas asignada a la unidad, es marcar las casas que se encuentran parciamente destruidas, con una nomenclatura establecida, para que sean demolidas y no las habiten de nuevo. La alcaldía envía sus equipos de demolición y proceden a tumbar a mano lo que queda en pie.
Es importante resaltar el trabajo de cada uno de los milicianos, quienes sacrificaron todo el mes de diciembre, 24 horas al día, en un esfuerzo por cumplir con la misión asignada a nuestra unidad, cada uno puso su granito de arena para que todo saliera bien, montando guardia, muchas veces bajo la inclemente lluvia, ayudando a los que mas los necesitaban, sin descanso y sin dormir, lo que demuestra que la Milicia Bolivariana esta a la altura de cualquiera de los componentes de nuestra Fuerza Armada, hombres y mujeres de todas las edades, quienes demostraron una vez mas lo que es la unión cívico militar. Ninguno de los que integramos la Milicia cobra un salario por lo que hasta hoy han hecho por su país, es un trabajo totalmente voluntario y desinteresado, todos abandonan por su vocación de servicio, la familia, nuestros trabajos, amigos, fines de semanas, los impulsa la conciencia revolucionaria, el pensamiento legado de nuestro libertador y el llamado de nuestro Comandante en Jefe, con la esperanza de una patria libre y grande, siempre dispuestos a dar su vida por Venezuela.
Desde el puesto de comando del Campamento Popular Blandin de la carretera vieja Caracas la Guaira, en nombre del Comando Superior, así como el Comando del Batallón de Milicia Territorial Batalla Mata de la Miel, su Comandante, Coronel Jesús Mata Rondón y el PTTE Castro Alexis, les agradecen a todos y cada uno de los que integran la Compañía de Milicia La Pastora, por la disciplina y sacrificio demostrado hasta la fecha. El trabajo no termina todavía, así que seguimos desplegados en el teatro de operaciones.
Extraordinario el trabajo de la milicia. Felicitaciones. Buen blog. Magnífico reporte. Fuerza Armada junto a su pueblo es el propósito, y no a la inversa, como en el pasado, cuando los militares figuraban de espaldas a las comunidades. Compartimos con ustedes nuestro espacio: Batallón de Milicia Santa Teresa
Extraordinario el trabajo de la milicia. Felicitaciones. Buen blog. Magnífico reporte. Fuerza Armada junto a su pueblo es el propósito, y no a la inversa, como en el pasado, cuando los militares figuraban de espaldas a las comunidades.
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